El inicio de nuestro viaje a Sydney fue increíble desde el comienzo. Inicialmente viajábamos con Vanessa, mi señora, en aerolíneas separadas: Vanessa en Lan y yo en otra aerolinea. La razón era que me ahorraba como AUS$1.000 por viajar en esta aerolinea, y Vanessa ya tenía su pasaje en Lan.
En el aeropuerto de Santiago, en el check in de mi aerolínea, me fue dicho que no podría viajar ese día pues habían pasajeros retrasados que tenían prioridad debido al desperfecto de una maquina o aeronave el día martes anterior en la ciudad de Auckland. Obviamente empecé a reclamar como corresponde haciendo mención a todos los problemas que he tenido con esta aerolínea (Robo de efectos personales en mi viaje de ida para mis vacaciones a Sydney, el retraso de 2 días en el viaje de vuelta del mismo viaje, el problema del viaje de mi suegro a dos días antes del matrimonio, etc.). Mi familia y amigos que estaban en el aeropuerto también empezaron a hacer lo suyo para poder subirme al avión: mi mamá reclamando con su estilo al supervisor de turno; Pame, Vanessa y Jorge averiguando disponibilidad en otra aerolínea y explicando la situación al mismo supervisor; mis pastores James y Coly junto a mi tía Ceci orando para que se hiciera la voluntad de Dios en todo esto. Por mi lado nuevamente yo hablando con el supervisor y con la persona del counter para hacer lo posible para subir, todo esto mientras toda la gente reclamaba eufóricamente acerca de este retraso. La cosa es que nuevamente vimos notoriamente la mano de Dios en toda la situación, y las cosas se dieron, nuevamente, por una razón desconocida inicialmente por nosotros, pero perfectamente planeada por Dios: mi aerolinea pagó mi pasaje en Lan, y me subió al mismo vuelo de Vanessa, mientras que a todo el resto de la gente la envió a un hotel!!... por qué tan regalón no tengo idea, aún el hecho me sorprende, y no puedo más que dar gracias a Dios por tanta bendición.
Nuestra despedida en el aeropuerto fue muy emotiva, sentimos el tremendo amor de nuestra familia (de Vanessa y mia, nuestra familia). Personalmente, estoy muy agradecido de la familia que eligió Dios para mi. Ya los hecho de menos!... pero bueno, esta aventura recién comienza!...
El vuelo a Sydney estuvo tranquilo y a pesar de tantas horas volando sobre el Pacífico, casi ni se sintió gracias al “entertainment on board” que tiene Lan y a las buenas dosis de sueño y cansancio acumulado.
Esta parte de la historia de mi vida parte entretenida.... vamos a ver que sigue en el futuro!
En el aeropuerto de Santiago, en el check in de mi aerolínea, me fue dicho que no podría viajar ese día pues habían pasajeros retrasados que tenían prioridad debido al desperfecto de una maquina o aeronave el día martes anterior en la ciudad de Auckland. Obviamente empecé a reclamar como corresponde haciendo mención a todos los problemas que he tenido con esta aerolínea (Robo de efectos personales en mi viaje de ida para mis vacaciones a Sydney, el retraso de 2 días en el viaje de vuelta del mismo viaje, el problema del viaje de mi suegro a dos días antes del matrimonio, etc.). Mi familia y amigos que estaban en el aeropuerto también empezaron a hacer lo suyo para poder subirme al avión: mi mamá reclamando con su estilo al supervisor de turno; Pame, Vanessa y Jorge averiguando disponibilidad en otra aerolínea y explicando la situación al mismo supervisor; mis pastores James y Coly junto a mi tía Ceci orando para que se hiciera la voluntad de Dios en todo esto. Por mi lado nuevamente yo hablando con el supervisor y con la persona del counter para hacer lo posible para subir, todo esto mientras toda la gente reclamaba eufóricamente acerca de este retraso. La cosa es que nuevamente vimos notoriamente la mano de Dios en toda la situación, y las cosas se dieron, nuevamente, por una razón desconocida inicialmente por nosotros, pero perfectamente planeada por Dios: mi aerolinea pagó mi pasaje en Lan, y me subió al mismo vuelo de Vanessa, mientras que a todo el resto de la gente la envió a un hotel!!... por qué tan regalón no tengo idea, aún el hecho me sorprende, y no puedo más que dar gracias a Dios por tanta bendición.
Nuestra despedida en el aeropuerto fue muy emotiva, sentimos el tremendo amor de nuestra familia (de Vanessa y mia, nuestra familia). Personalmente, estoy muy agradecido de la familia que eligió Dios para mi. Ya los hecho de menos!... pero bueno, esta aventura recién comienza!...
El vuelo a Sydney estuvo tranquilo y a pesar de tantas horas volando sobre el Pacífico, casi ni se sintió gracias al “entertainment on board” que tiene Lan y a las buenas dosis de sueño y cansancio acumulado.
Esta parte de la historia de mi vida parte entretenida.... vamos a ver que sigue en el futuro!